Que lindo se ve mi pueblo de fiesta!
Ya nos habíamos acostumbrado a las crecientes en nuestro
pueblo, por lo menos en la época decembrina, fenómeno que empañaba la hermosa época,
este año al parecer ya salimos de esa racha, las fiestas de las velitas ya ha
motivado a viajar a varios paisanos y algunos forasteros que la frecuentan por
estas épocas de vacaciones al amañador pueblo, quienes este año no se toparon
con la excusa de “eso por allá esta hundió” y “no hay ni
donde quedarse” que en pasados años fueron muy populares. Ya el caño no está
seco y el viaje se ha facilitado mucho, de hecho la lluvia no ha dañao’
los caminos pa´ los que quieran llegar en moto y los que prefieren llevar su
carro.
Después de las fiestas de velitas, llegan los grados, que
este año con el permiso de la naturaleza podrán ser celebrados al antojo de los
homenajeados. -Por cierto, muchas felicitaciones por este logro a los nuevos
Bachilleres, mi consejo para ellos: sigan sus motivaciones y lo que les
apasione, traten de buscar educación especializada, seguramente así al
finalizar ya tendrán muchas puertas abiertas, y recuerden que a la universidad
se va a estudiar, pero la universidad le ofrece al alumno también muchas
distracciones que al provinciano algunas veces los corrompe, pero lo importante
es estar perfectamente definidos-. Este año la fiesta de graduación promete ser
grande, de hecho me invitaron a mí que nunca me invitan a nada. Basioco!
Después de ahí saltamos al 24 día de inicio de los bailes en
la KZ que duran toda una semana hasta la madrugada del 1ero de enero, y como
dicen mis paisanos el 24 es día bueno en las fiestas de Malabrigo, en la mañana
siguiente la tradición de sacar de su escondite los juguetes, que toco esconder
porque los desesperados niños querían usarlos desde el primer día que los
vieron, y se llena la mañana de niños jugando con la seriedad de adultos, con
juguetes nuevos, algunos mejores que otros, pero todos brindan igual felicidad.
(vale mencionar que el 29 es día bueno en Malabrigo también)
Y llega el famoso 31 día en que se desborda la felicidad y
la nostalgia causando un caos sentimental, en el que toca despreciar parrandas,
porque todo el mundo quiere tomar con uno, pero por decencia todos reciben un
trago o una cerveza, y esto se repite una y otra vez, hasta que te encuentras
con las personas que vas a pasar el fin de año, y es tu turno de brindar. En serio
quisiera uno estar en tantas partes a la vez.
Pasa el tiempo volando, y llega la momento del 5 pa’
las 12 y queda vacía la KZ y la parranda se descompone por 15 minutos, porque
hay que ir un rato a abrazar a la familia, y a los amigos que no están acompañándonos
en la reunión.
Y llega el primero de enero el día con la mayor cantidad de
gente amanecida, con la madrugada mas ocupada y la tarde mas vacía. Porque es
esa la bienvenida que le damos a cada año nuevo, y después de ahí las
cabañuelas!
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